Del azul de la noche bajan las ánimas
de los cuerpos que bailan cuando sueñan
se distraen con los dementes
se encienden con la ausencia,
caminan blancos y fríos
con hambre con sed con pereza
con infame belleza,
dejando la estela
de sangre y de hastío,
la penosa cadencia
de los ojos vacíos.
Quién fuera la noche y tuviera su suerte
quién canta al mar quién te desdeña
quién ama al amor y a la vida
con la misma fuerza de la muerte.
Palidece de miedo al desencuentro
el que busca a esa murga de huesos
con desenfreno y con fatiga
con pasión y desespero
y siempre se encuentra
con esta mísera vida.
Julia del Barrio
de los cuerpos que bailan cuando sueñan
se distraen con los dementes
se encienden con la ausencia,
caminan blancos y fríos
con hambre con sed con pereza
con infame belleza,
dejando la estela
de sangre y de hastío,
la penosa cadencia
de los ojos vacíos.
Quién fuera la noche y tuviera su suerte
quién canta al mar quién te desdeña
quién ama al amor y a la vida
con la misma fuerza de la muerte.
Palidece de miedo al desencuentro
el que busca a esa murga de huesos
con desenfreno y con fatiga
con pasión y desespero
y siempre se encuentra
con esta mísera vida.
Julia del Barrio
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